Principio de legalidad

Por Luis Mastroeni

Cuando hablamos de responsabilidad de las empresas en la nueva dinámica de negocios y queremos evitar el greenwashing es importante volver a dos principios básicos del quehacer de las organizaciones: la máxima responsabilidad de una empresa es ser rentable y la segunda es que el cumplimiento legal no es una opción, es la regla. 

Si queremos basar la estrategia de negocios sostenibles en la ISO 26000, es imprescindible asegurarnos de que los principios legales se están cumpliendo. Si bien es cierto las empresas, como las personas no son perfectas, deben procurar operar bajo el principio de legalidad. No es de recibo estar haciendo actividades en temas ambientales, por ejemplo, y no estar en línea con la regulación que exige el país en que operamos en ese asunto. 

Antes de analizar procesos para entender los impactos que como empresa se tiene, se debe hacer la debida diligencia y el diagnóstico en temas legales, para asegurar su cumplimiento o, al menos, los planes para cerrar las brechas que puedan existir. 

Una estrategia de sostenibilidad no puede echarse a andar sin asegurar el debido cumplimiento regulatorio o legal, porque estaríamos cayendo en un sin sentido. No se puede ser responsable sin cumplir la ley, un negocio no se sostiene en el tiempo de espaldas a la legalidad. Como lo escribí hace algunos blogs atrás la ética nos debe comprometer a ser estrictos en la revisión de los aspectos que el negocio debe cumplir en materia legal y regulatoria. 

La vigilancia constante de estos temas nos asegura que la base sobre la cual descansa el negocio es la correcta. Los aspectos laborales, ambientales, regulatorios y de la índole que abarque la industria a la que se dedique el negocio, deben cumplirse siempre. Un negocio no puede negociar la ley, porque exista para que se cumpla. 

Ahora bien, qué pasa si iniciamos con la estrategia de sostenibilidad y luego encontramos brechas en el cumplimiento legal o algo se nos pasó por alto en la revisión inicial. Lo correcto es hacer un alto, entender lo que hace falta y poner recursos y plazos específicos para estar a derecho. 

La falta de credibilidad en las estrategias de negocios sostenibles es que dicen una cosa y hacen otra; por ejemplo, pregonan buenas prácticas ambientales, pero no cumplen con los mínimos de ley en prácticas laborales o fiscales. 

Ser empresa socialmente responsable es un proceso muy interesante y lleno de satisfacciones de todo tipo, pero implica una reflexión interna muy intensa desde el punto de vista del cumplimiento de las leyes. Es por eso por lo que la ISO 26000 propone esta revisión como uno de los primeros pasos.

Con este tema concluyo el análisis de los principios de la norma ISO 26000, sobre ellos es que se basa toda la estrategia de negocios sostenibles. Es decir, no se puede pretender hacer este tipo de estrategia sin que estos cinco principios de los que hemos hablado se cumplan en todos sus extremos. 

Los principios son el faro, la guía para entender si llegó la aventura de la gestión sostenible de negocios o es el momento de ajustar algunas prácticas para luego empezar sobre bases sólidas. Entre más apliquemos estos principios, más preparada estará la marca para no caer en el greenwashing o la mentira.