Nada es para siempre
- Luis Mastroeni Camacho
- 5 feb 2024
- 3 Min. de lectura
Por Luis Mastroeni

También pensé en ponerle a este artículo carta a una persona que dirige la estrategia de sostenibilidad en una empresa, pero era muy largo. La posición que se encarga de llevar a la empresa a una gestión en triple utilidad es pasajera, si no es así, mal haría en ejercerla quien la tuviera a cargo.
Las personas que lideran este tipo de gestión deben ser lo suficientemente audaces para entender que la mejor estrategia de sostenibilidad es la que se mimetiza en el resto de la estrategia de negocios y en lugar de generar únicamente valor económico, empieza a generar valor ambiental y social. Lograr que esto suceda es la primera responsabilidad de quien llega a esa posición.
Quien llega a liderar la transformación de la empresa y se queda ahí para siempre, no logrará el verdadero objetivo de una estrategia socialmente responsable de negocios. La estrategia debe incorporarse en las áreas de riesgo, cumplimiento, recursos humanos, mercadeo, en fin, debe ser un indicador más del balance score card (BSC) que le indique a la alta dirección cómo avanza el negocio y lo más importante, la capacidad que tiene para continuar en el tiempo y ser viable ante las nuevas condiciones del mercado.
Una vez que la persona asume la posición para empezar la gestión de negocio sostenible, su mayor preocupación debe ser cómo el resto de las posiciones a lo interno asumen la responsabilidad de hacerse cargo de sus impactos y resolverlos para que sus actividades sean viables y sostenibles en el tiempo.
Hay personas que me dicen que eso no puede ser y que es necesario esa figura en la empresa. Quisiera detallar por qué no creo que sea así. Primero porque la sostenibilidad es una forma de gestionar el negocio, no es un departamento o una moda. Solo si se inserta en el día a día del negocio se hará una realidad.
Segundo, porque solo cuando cada área se hace cargo de la disminución de los impactos negativos de sus áreas, lograran cerrar las brechas y la sociedad se los agradecerá con su preferencia y con su elección de compra en el mercado.
¿Cómo evitamos que el área de compras adquiera una máquina que gasta el triple de agua, solo porque es más barata que otra que no gasta casi nada?, solo lo evitaremos cuando quien se encarga de las compras tienen dentro de sus objetivos el reto de adquirir bienes cada vez más eficientes, no solo desde el punto de vista económico sino también ambiental.
La persona encargada de sostenibilidad probablemente no sabe nada de compras o de proveeduría, son los responsables de esas áreas quienes pueden hacer un cambio. La tarea de quien dirige la estrategia de negocios sostenibles es influenciar a compras, para que entienda que en el mediano plazo las compras sostenibles serán las únicas viables, por aspectos económicos, pero también por temas legales y regulatorios.
No pretendamos perdurar una eternidad en el puesto, tratemos de que este evolucione y se convierta en un asesor de la junta directiva y de la dirección general. La posición debe convertirse en una persona que tenga a cargo las relaciones de la empresa con sus públicos, de esta forma la empresa siempre tendrá oídos atentos para atender las expectativas de sus partes interesadas, convertirlas en indicadores para las diferentes áreas y éstas los incorporarán en su día a día, para que el negocio responda en la medida de lo posible a esas demandas y sea viable en el tiempo.
Nada es para siempre; pero siempre habrá necesidad de traducirle a la empresa lo que las partes interesadas esperan de los negocios. Todo esto va más allá de entregar bienes y servicios a cambio de una transacción económica.



Comentarios