Contra las ocurrencias
- Luis Mastroeni Camacho

- 16 jun
- 3 Min. de lectura
Por Luis Mastroeni
En muchas ocasiones explico el concepto materialidad dentro de la estrategia de negocios sostenibles, como la herramienta que blinda a la empresa contra las ocurrencias.
Cuando estamos planificando lo que se debe hacer para minimizar los impactos negativos y multiplicar los positivos en una organización, nunca falta quien empiece a aportar ideas o programas que piensa que la empresa debe ejecutar. Esto lo único que hace es distraer el proceso y hacer perder tiempo en temas que ya no vienen al caso, pues para eso se hace la materialidad.
Definir los temas materiales (que son aquellas prioridades en las que la empresa se debe concentrar en su estrategia de negocio sostenible) es definir un blindaje contra ocurrencias que no vienen al caso, pues no tienen nada que ver con lo que hace el negocio o llegan en un momento donde no se pueden ejecutar.
Si bien es cierto la participación de un buen grupo de personas dentro de la empresa es fundamental en la creación de la estrategia, una vez que se definen los temas materiales es hora de ocuparse de cerrar las brechas que se han encontrado, antes de pasar a otros asuntos. Si no se hace así la empresa pierde, además de foco, dinero en cosas que no son prioridad.
Si la empresa define, por ejemplo, que un tema material es el manejo de residuos debe hacer todo lo posible para alcanzar las metas propuestas en un máximo de tres a cinco años. Antes de ese periodo, proponer algo más en temas de residuos, se vuelve innecesario, pues ya se está trabajando al respecto.
Sin embargo, se presenta un segundo reto y es proponer a mitad del camino, que ya no se trabajará en residuos, sino que ahora se hará una campaña para salvar a las Dantas en Corcovado. Si no se ha logrado cerrar la brecha en temas de residuos (que es el tema material priorizado) no se puede pasar a otro asunto, pues desenfocamos los recursos y lo más importante, la empresa nunca verá los retornos sobre la inversión que ha hecho en el tema.

Los temas materiales deben defenderse
ante cualquier amenaza. Se deben convertir en la brújula que guía la gestión de los negocios que quieren ser sostenibles.
Es lo mismo que ocurre cuando hablamos de materialidad financiera (de hecho, el término materialidad surge de la práctica financiera). Todo lo que sea financieramente material no se inventa. Es el resultado de un análisis al que le ponemos atención, pues esos temas podrían poner en riesgo la solidez del negocio o la interpretación de los datos financieros que hacen viable un negocio o empresa. Nadie en la empresa se poner “creativo” con respecto a los temas financieramente materiales pues podría poner en riesgo todo el negocio.
El mismo respeto y pragmatismo deberíamos asumir cuando nos enfrentamos a la materialidad de la sostenibilidad. No se trata de inventar temas o actividades de acuerdo con el estado de ánimo de quienes están al frente de la empresa; se trata de asumir con seriedad y a largo plazo los temas que mitigan los riesgos que podrían materializarse sino se abordan con seriedad y coherencia.
Los asuntos materiales son entonces esa guía que se necesita para que la empresa asuma los temas de mayor relevancia en la gestión empresarial. Son los temas que le permitirán utilizar de la mejor forma los recursos y avanzar hacia un negocio cada vez más equilibrado, entre lo económico, lo social y lo ambiental.



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