Coherencia
- Luis Mastroeni Camacho
- 16 sept 2024
- 2 Min. de lectura
Por Luis Mastroeni
Creo que finalmente hemos terminado la presentación de los reportes de sostenibilidad del 2023 (sí en septiembre, pero ese es otro tema). Muchas empresas presentaron el avance de su gestión sostenible del negocio y eso, sin duda, es un punto muy positivo.
Lo que debe llevarnos a la reflexión son algunas situaciones que no son coherentes con una presentación de este tipo. Si bien es cierto nada es perfecto, hay escenas que se desarrollan dentro de la actividad que no deberían pasar.
Cuando asistí a una de estas presentaciones un mesero muy amable me preguntó si deseaba algo de tomar. Yo le indiqué que sí, que un vaso con agua. Muy rápidamente fue por el agua y me trajo una botella de plástico, de esas que se compran al por mayor en los supermercados.

Insisto, nada es perfecto, pero hay que cuidar la coherencia. Si estamos en un evento en el que la marca habla de disminución de impactos ambientales y abordaje de sus huellas, esta situación deja mucho qué pensar sobre si realmente se están tomando el asunto en serio.
En otra oportunidad vi como todos los espacios de parqueo para personas con discapacidad estaban llenos y quienes se bajaban de los carros no tenían ninguna discapacidad, ni tampoco la placa del carro indicaba esa condición.
Si estamos en un espacio en el que daremos cuentas sobre los avances en temas sociales, ambientales, económicos y de gobernanza todo debe hacer sentido. Hay que usar los espacios de parqueo de la forma correcta. Además, hay que evitar todo aquello que sea de un solo uso y priorizar empaques y utensilios reutilizables.
Aunque suene exagerado, todo cuenta, pues de lo contrario el público podría pensar que esto se hizo solo por aparentar y no es algo que está asumido en la empresa, lo que daría un muy mal mensaje. Cuando la estrategia se vive íntegramente estos detalles son parte de la organización de la actividad.
Si bien es cierto es un proceso lento, cuidar los detalles desde un principio y velar por la coherencia se vuelve muy importante. Los proveedores que se encargan de que todo esté en su lugar, también deben tener clara la estrategia de la empresa y contribuir al respecto.
Ser coherente debería salir natural, pues de lo que se trata es de contar lo que hacemos para gestionar el negocio de manera sostenible y no de una puesta en escena con actores fingiendo ciertos comportamientos improvisados.
Este alineamiento debe ir calando en toda la organización con más profundidad cada año que pasa. Lograr que la movilidad sea sostenible, empezar a comprar maquinaria que emita menos dióxido de carbono o que no use combustibles fósiles, también es parte de esto.
Todos estos detalles deben cuidarse siempre. Por eso es tan importante empezar haciendo un análisis de cómo se hacen las cosas en la empresa y de qué forma iremos disminuyendo los impactos, para ser cada vez más coherente.
La coherencia debe llevarnos a pensar muy bien lo que decimos, para actuar en consecuencia.



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