Apostar por la transformación
- Luis Mastroeni Camacho
- 10 jun 2024
- 2 Min. de lectura
Por Luis Mastroeni
¿Qué buscamos con la nueva dinámica de negocios? Mantenernos en el tiempo, esa es la respuesta corta y sencilla. Sin embargo, cómo llegamos a esta nueva forma de operar.
Las organizaciones que apuestan por una nueva forma de gestionarse no lo hacen por un buen sentimiento; lo hacen porque han comprendido que, en el futuro, no habrá una forma diferente de hacer negocios. Es decir, los negocios cambian porque quieren adaptarse y ser parte de lo que será un mercado cada vez más pendiente de lo que hacen para mejorar la sociedad.

Diferentes estudios hablan de que los consumidores quieren ver a las empresas liderando el cambio, apoyando causas justas, evitando impactos negativos de sus productos o servicios; es decir quieren que se vuelvan protagonistas del desarrollo sostenible y no simples espectadoras de la degradación del planeta.
La transformación es la consecuencia final a la que las empresas que quieren ser sostenibles llegan; es la madurez del camino, podríamos decir que es la última etapa. Cuando la organización ha logrado cambiar todos sus procesos de tal manera que su cadena de valor aborda los impactos positivos y los magnifica y aborda los negativos para disminuirlos a su mínima expresión o eliminarlos; en ese momento cuenta con las condiciones que le permitan seguir operando y a la vez podría propiciar que, algunas de sus buenas prácticas, se conviertan en política pública y de esa forma multiplicar el impacto.
No se puede hacer una estrategia de sostenibilidad pensando únicamente en el metro cuadrado en que vive y opera el negocio, esto no tendría sentido. En otras palabras y cómo me decía un jefe hace unos años: “para qué quiero una isla hermosa, si el mar está plagado de tiburones”.
Cuando la marca logra transformarse, no solo será más rentable, sino que también será viable en el futuro. La transformación le hace bien al negocio, a la sociedad y al planeta. Es deber de cualquier compañía que ha emprendido el camino, llegar a esta etapa.
La rentabilidad, de la que muchos me preguntan, sucede cuando se puede operar sin problemas, cuando los productos son bien aceptados, cuando el servicio aborda una necesidad social o ambiental y le genera una solución. En este momento la empresa estará lista para continuar aportando productos y servicios que le hacen bien al mundo y que le generan retorno en diferentes vías.
La estrategia de negocios sostenibles no puede detenerse nunca, siempre hay un proceso, un impacto, una gestión que puede se mejorada para que no genere consecuencias negativas. Siendo más estricto y ácido, siempre existirá la pregunta: ¿por qué hay que fabricar esto?, ¿será que es hora de sacar el producto del mercado, pues ya se hicieron todos los esfuerzos posibles y su impacto siempre es negativo?
Los procesos que transforman las empresas no pretenden convertirlas en fundaciones sociales u oficinas de caridad, para nada; pero sí deben llevar de la mano a la Junta Directiva para que la organización se convierta en un puente que mejore las condiciones de vida de las personas, mientras sigue haciendo negocios rentables con futuro.



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